Hablar con los niños acerca del racismo y la discriminación

Seamos conscientes de ello o no, el racismo nos moldea, nos afecta e impacta a todos de diferentes maneras.

Hablar sobre racismo es incómodo, pero reconocer y hablar sobre nuestros propios prejuicios y los prejuicios de otras personas, es la única forma de hacer cambios. Ya sea que haya estado hablando con sus hijos sobre el racismo durante años o que esté empezando a hacerlo, es una conversación que toda familia debe de tener.

No hay una única forma de entablar esta conversación, pero aquí hay algunos consejos que puede utilizar cuando hable con sus hijos sobre el racismo.

No tiene que esperar a que sus hijos empiecen a hacer preguntas sobre el racismo para hablar de ello. De hecho, evitar conversaciones sobre la raza y el racismo puede hacer que algunos niños piensen que no es un tema apropiado o importante. Esta es una forma en que no hablar de la raza refuerza el racismo.

Si no les habla a sus hijos sobre el racismo y la discriminación, ellos obtendrán la información (o desinformación) de otras formas.

Si bien es natural evitar las cosas que son incómodas, es importante tener estas conversaciones difíciles. Los niños deben aprender que la raza es algo sobre lo que se debe reconocer y hablar, incluso si es difícil.


Incluso con la mejor de las intenciones, enseñar a los niños a ignorar las diferencias o a ser "daltónicos" puede hacer más daño que bien. Aunque las personas deben ser tratadas por igual, independientemente de su raza, religión, género, orientación sexual, etc., no siempre es así.

  • Los niños ven la raza y notan diferencias físicas. Enseñar a los niños a no ver esas diferencias puede resultar confuso.
  • No ver o reconocer la raza no les enseña a los niños la verdad sobre el dolor y el sufrimiento que causan el racismo y la discriminación.
  • La raza y la etnia son a menudo partes centrales de las identidades, comportamientos y creencias de las personas. Ignorar la raza de alguien es ignorar parte de su identidad.

Empiece a hablar de la raza lo antes posible. Los niños nunca son demasiado pequeños para aprender sobre la raza y la discriminación. De hecho, los estudios muestran que algunos bebés pueden notar y distinguir diferentes tonos de piel a la edad de 6 meses. A los 5 años, algunos niños pueden reconocer que las personas de diferentes razas reciben un trato diferente.

Sea abierto acerca de cómo a veces las personas son tratadas de manera diferente e incorrecta basándose en el color de su piel.

Enseñe a los niños a reconocer y celebrar todo tipo de diferencias. En lugar de ignorar nuestras diferencias, reconózcalas y celébrelas. La raza es solo una parte de la ecuación. Celebre diferentes religiones, géneros, idiomas, edades, habilidades y más.

Mantenga las conversaciones apropiadas, simples y honestas según las edades de los niños. Sea lo más claro posible y no les dé a sus hijos más información de la que pueden manejar.

Para los niños más pequeños, intente incluir la diversidad en sus rutinas diarias:

  • Lea libros para niños que aborden la raza.
  • Muéstreles diversos personajes, muñecos y juguetes.

 

Si tiene hijos más grandes, intenten buscar información juntos.

Brinde a los niños la oportunidad de hacer preguntas. Hacer preguntas le ayuda a entender lo que piensan sus hijos y le permite corregir cualquier información errónea. Está bien si no sabe la respuesta a una pregunta. Sea honesto y aproveche la oportunidad para aprender más.


Todos hemos sido testigos de cómo un niño pequeño hace un comentario inapropiado sobre alguien en público. Es incómodo. Y, si es su hijo, probablemente se sienta avergonzado. Si bien su primer instinto puede ser callarlo de inmediato, eso les enseña a los niños que este tipo de conversaciones están prohibidas. Trate de recordar que los niños todavía están aprendiendo y entendiendo el mundo que los rodea.

En lugar de interrumpir la conversación, dígale a su hijo que es bueno tener curiosidad y hacer preguntas sobre cosas que no entiende. Pero, al mismo tiempo, hágale saber que hay formas más apropiadas de aprender sobre algo.

Sea un apoyo. Los niños van a tener preguntas y no siempre estará preparado. Intente:

  • Vaya  al paso del niño.
  • Escuche sin juzgar.
  • Sea de mente abierta.
  • Esté ahí para ellos.

 

Haga preguntas abiertas. Si su hijo dice algo insensible, trate de no reaccionar abruptamente. En cambio, haga preguntas abiertas. Trate de tener una mejor idea de lo que está influyendo sus pensamientos. Saber de dónde vienen sus ideas y preguntas le da una mejor percepción a usted de cómo manejar la situación.

Enseñe a los niños cómo hacer preguntas de manera apropiada. Una pregunta honesta puede parecer descortés si no se hace de la manera correcta. En lugar de solo decirles a los niños lo que no deben hacer o hablar, enséñeles lo que deben hacer mostrándoles cómo hacer preguntas de manera más inteligente. Por ejemplo, si su hijo ve algo que no entiende, anímelo a usar frases y preguntas como, "Quiero entender..." o "¿Puedes hablarme más sobre eso?" De esta manera muestra que su hijo tiene una curiosidad y no que quiera juzgar algo o a alguien.

Enseñe a los niños a reconocer y respetar los límites. Incluso si una pregunta se hace de manera amable, está bien si la otra persona no se siente cómoda con la conversación o respondiendo a la pregunta. Hágale saber a su hijo que, al decirle que no quiere hablar de algo, la otra persona está estableciendo límites saludables. Todos tenemos derecho a tener límites tanto físicos como emocionales, y no es de mala educación pedirle a alguien de buena manera que los respete.


Pregunte acerca de sus sentimientos. Hablar sobre el racismo puede resultar abrumador y molesto para los niños. El racismo no es algo simple y justo. Sus hijos pueden sentirse desilusionados. Es posible que sus hijos no sepan qué hacer o cómo mejorar las cosas para ellos mismos o para los demás. Brinde a los niños más grandes, quienes están  más expuestos a noticias y redes sociales, la oportunidad de compartir sus sentimientos. Sus sentimientos lo pueden sorprender.

Validar y normalizar sentimientos. Independientemente de lo que sientan sus hijos, esos sentimientos son reales para ellos. Hágales saber que entiende cómo se sienten repitiendo lo que le hablan (sin juzgar) y diciéndoles que es normal sentirse así.

Ofrezca alivio. Ofrezca esperanza de que las cosas puedan mejorar sin mentir o engañar. Sea honesto acerca de la realidad actual, pero también tranquilice a sus hijos ayudándolos a concentrarse en las cosas sobre las que tienen control:

  • Curiosidad y aprendizaje continuos
  • Mente abierta
  • Ser consciente
  • Capacidad para trabajar continuamente hacia el cambio.

 

Para los niños que están experimentando racismo o sienten miedo, sea honesto y directo con ellos acerca de cómo mantenerse a salvo y cuidar su bienestar emocional.


Sea consciente de sus propios prejuicios. El primer paso para ser un buen ejemplo a seguir es ser consciente de cómo se comporta y en qué cree. Sea consciente de sus propios prejuicios y trabaje activamente para afrontarlos. Edúquese usted mismo.

Algunos estudios muestran que los esfuerzos de los padres para enseñar el racismo a los niños pueden fracasar si los adultos no comienzan primero con sus propios prejuicios. Los niños son inteligentes y observan lo que hacen y dicen los adultos que los rodean. Es fácil para los niños reconocer y adoptar sutiles indicios de prejuicio.

Exponga a su familia a la diversidad. Es difícil entender el racismo si todos los que te rodean tienen el mismo aspecto. Exponga a sus hijos a diferentes personas, culturas y comunidades. Amplíe el conocimiento de su familia y ayude a sus hijos a aprender a través de la experiencia, no solo de la conversación.

Utilice las actividades diarias para aprender. Para los niños pequeños puede ser tan simple como asegurarse de que haya diversidad racial en lo que respecta a los libros, juguetes y otros medios a los que están expuestos. Si bien esto es útil para todas las razas, es especialmente importante para los niños blancos ver a las personas de color representadas de manera positiva.

Celebre la diversidad de los héroes. Comparta las increíbles historias, contribuciones e innovaciones de personas de color. Anime a sus hijos a hacer observaciones y preguntas. Está es una manera de mostrar que está bien hablar de la raza.

Sea asertivo, no pasivo. Si ve o escucha algo racista, enfréntelo directamente. Muestre a sus hijos cómo hablar tranquilamente de manera respetuosa y segura.

Trate a las personas con amabilidad y respeto. No podemos esperar que los niños sean amables y respetuosos con los demás si no se lo mostramos.

Sea consciente de sus errores. Si hace o dice algo ofensivo, reconózcalo de inmediato y enséñeles a sus hijos cómo hacerlo bien. Los niños se benefician al ver que los padres son humanos y que está bien admitir que te equivocaste.


Ya sea que sus hijos estén experimentando el racismo de primera mano o tengan preguntas al respecto, esta no es una conversación fácil y no será la única. Continúe hablando con sus hijos sobre el racismo mucho después de que terminen las noticias. Brinde a sus hijos oportunidades continuas para hacer preguntas para que entiendan mejor el mundo que los rodea.

Al mismo tiempo, sea un buen ejemplo a seguir para sus hijos al continuar desempeñando un papel activo en la lucha contra el racismo, a través de la autorreflexión, las conversaciones, la exposición y la colaboración.