Resiliencia: ayudar a los niños a lidiar con los altibajos

upset child with parent

Resiliencia: ayudar a los niños a lidiar con los altibajos

Por más que lo intente, no podrá proteger a su hijo de los desafíos de la vida. La separación de los padres, la muerte de un abuelo o una mascota querida, mudarse a otra ciudad, una enfermedad, el nacimiento de un hermano, violencia en la comunidad y estrés financiero; estos son problemas comunes que causan estrés a nuestros hijos. Además, los niños de hoy también están lidiando con factores estresantes diarios, como la escuela, las redes sociales, las relaciones con los compañeros, excesivas actividades extracurriculares e incluso las noticias mundiales.

Si bien no puede (y no quiere) criar a su hijo en una burbuja, puede enseñarle desde una edad temprana cómo manejar los desafíos que se le presenten. Puede enseñarles a ser resilientes. La resiliencia (la capacidad de manejar los altibajos de la vida) es algo que todos necesitamos.

mom telling child good night

Puede que no siempre lo parezca, pero los niños anhelan estructura. "Seguir las rutinas y establecer límites le da a su hijo una sensación de seguridad cuando otras partes de la vida están lanzando bolas curvas", dice la terapeuta licenciada Kathleen Hill.

A continuación, presentamos algunas formas saludables de proporcionar estructura al día de su hijo:

  • Siga rutinas constantes al levantarse y al acostarse.
  • Sirva bocadillos y comidas aproximadamente a la misma hora todos los días.
  • Establezca límites de horarios para ver televisión y usar cualquier otro electrónico (computadora, video juegos, etc).

 

Sea consistente con las reglas y cómo maneja los comportamientos difíciles.


toddler tantrum in grocery store

Los niños pequeños pueden gritar y llorar, mientras que los mayores pueden reprimir sus sentimientos. Pero mostrarles formas saludables de expresar emociones y comunicarse, es una gran parte de enseñar resiliencia.

Cuando un niño pequeño se está expresando, digamos, haciendo un berrinche en el parque; dele las palabras que no tiene y póngale límites: "Puedo ver que estás enojado porque no quieres irte. Está bien estar molesto, pero no está bien presionarme”. Por otro lado, cuando su hijo está molesto, concéntrese en escuchar. Pregúnteles cómo se sienten y repita exactamente lo que dijeron, sin juzgar. Por ejemplo: "Entiendo que estés enojado porque no puedes ir a la casa de tu amigo, pero no está bien que me grites".

Comunicarse no significa tener que hablar. Esté atento a los cambios en el comportamiento de su hijo, como portarse mal (agresión, irritabilidad) o actuar de forma diferente (esconderse en su dormitorio). Está bien si su hijo no quiere una conversación cara a cara. Bailar, pintar, escribir un diario y salir a caminar son solo algunas de las formas no verbales de expresar emociones. Dele a su hijo una lista de ideas y convierta en un hábito, compartir sus propios sentimientos y cómo se las arregla: “Tuve un día difícil en el trabajo. Voy a salir a tomar un poco de aire fresco. ¿Quieres ir conmigo ?"


upset toddler playing with blocks

Por más difícil que sea, deje que su hijo se esfuerce, se arriesgue y cometa errores. Si su pequeño eligió la pieza equivocada del rompecabezas, déjele que intente encajarla. Si dos niños están discutiendo, deles la oportunidad de resolverlo. Sólo al tomar sus propias decisiones (a veces malas) los niños aprenden que las acciones tienen consecuencias.

Cuando su hijo necesite ayuda, pregúntele cómo cree que se debería resolver el problema y cómo podría hacer sentir a las otras personas involucradas. “Cuanto más independientes se vuelven en la solución de problemas, mejor se comunican y se relacionan”, dice Jody Baumstein, terapeuta con licencia de Children's Healthcare of Atlanta Strong4Life. Usted conoce bien a su hijo. Si nota que su hijo se enoja o se frustra demasiado, pregúntele si le gustaría recibir su ayuda.

Al final del día, si su hijo sabe que usted está ahí para él, tendrá la confianza para tomar riesgos y cometer errores y la capacidad de levantarse y volver a intentarlo.


No podemos proteger a nuestros hijos de todos los desafíos de la vida y con toda honestidad, no es útil hacerlo. En cambio, es mejor ayudar a preparar a nuestros hijos para enfrentar las luchas inevitables y aprender de ellas. Podemos hacerlo cuidando tanto sus cuerpos como sus mentes.

Estos son algunos hábitos saludables que usted y su hijo pueden practicar a diario para ayudar a desarrollar la resiliencia y a controlar el estrés diario:

  • Dormir lo suficiente. Cuando está bien descansado, es capaz de pensar con claridad, concentrarse y manejar sus emociones.
  • Ser activo. La actividad física es una excelente manera de mejorar su estado de ánimo y aclarar su mente. La actividad puede ser tan simple como caminar, poner su canción favorita y bailar, o jugar con el hula-hula cualquier cosa que lo haga moverse.
  • Coma bien e hidrátese, nutra su cuerpo con una buena alimentación. Consumir bebidas dulces y comer alimentos azucarados o grasosos puede retrasar a su hijo. Comer bocadillos y comidas balanceadas les da la energía que necesitan para sobrellevar el día.
  • Practique las estrategias de afrontamiento. Por ejemplo: Reduzca la velocidad y practique la respiración profunda, escriba en un diario, cante o dibuje.
  • Comparta sus sentimientos con alguien en quien confíe. Hablar de sus sentimientos no solo lo ayuda a sentirse mejor, sino que también lo ayuda a sentirse conectado.

 

Las opciones son ilimitadas. Encuentre lo que funcione mejor para su hijo y ayúdelo a practicar sus habilidades a diario para que pueda manejar mejor el estrés.

Descargue una lista de estrategias de afrontamiento

Descargue una hoja de consejos sobre respiración profunda

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El estrés y las dificultades se presentan de diferentes formas a lo largo de la vida de una persona (ojalá, mezclados con mucha alegría y éxito). Ser resiliente no significa evitar los sentimientos y como elijamos lidiar con el estrés, cambiará día a día. Pero al brindarle una sensación básica de seguridad, enseñar a su hijo a manejar sus sentimientos, alentar su independencia y ayudarlo a resolver problemas, le está brindando una guía hacia la resiliencia que puede seguir de por vida.