Tips para limitar el azúcar en la dieta de tu niño

Un postre de vez en cuando está bien, es importante limitar la cantidad de dulces en los niños para reducir el riesgo de enfermedades del corazón y las caries. No nos malinterpretes: algo dulce de vez en cuando está bien, no debes pensar que tienes que eliminarlos por completo. El problema es que no sólo los dulces tienen azúcar. Descubre dónde se esconde el azúcar y cómo reducir la cantidad que tu niño consume.


Niño pequeño comiendo merienda en la mesa.

El azúcar puede esconderse en alimentos, bebidas y meriendas; sobre todo en los lugares que menos esperas. Dado que la American Heart Association recomienda que los niños entre 2 y 18 años limiten las cantidades de azúcar añadido a 6 cucharaditas (o 25 gramos) por día, es importante que los padres se conviertan en “espías del azúcar” y aprendan a cómo detectar los lugares secretos en donde el azúcar le gusta esconderse dentro de las meriendas para niños.

Uno de los escondites favoritos del azúcar es en las meriendas de frutas, los cuales no son ni frutas, ni meriendas. Un paquete de éstos contiene la mitad del consumo diario recomendado de azúcar para un niño, lo cual las hace más un postre que una merienda.

Otros alimentos con azúcar escondido incluyen:

  • Espaguetis y raviolis enlatados
  • Trocitos de yogurt
  • Batidos empacados en bolsitas
  • Galletas de desayuno
  • Cereales para el desayuno
  • Barras de cereal
  • Muffins
  • Galletas de higo

Para conseguir las mejores meriendas para niños, las más convenientes y económicas, busca fuera de la sección de alimentos de bebés. Encontrarás muy buenas opciones en alimentos como frutas y vegetales frescos, galletas integrales, o cereales con 6 gramos de azúcar o menos por porción (busca la etiqueta del programa WIC).


Niño pequeño tomando jugo en un biberón.

Las bebidas endulzadas, como el jugo de frutas (incluyendo el jugo 100% de fruta natural), leche con sabores, soda, té dulce y bebidas deportivas son la primera fuente de azúcar en la dieta de los niños. Cuando veas una botella de jugo, considérala como si fuera una soda (refresco, gaseosa), dado a que nuestros cuerpos procesan el azúcar natural de la misma forma en que procesan el azúcar agregada.

¡Es una buena noticia si tu niño no es un fanático de las bebidas azucaradas! Pero las probabilidades son de que si ya probó una, va a volver a pedir una y otra vez. Si ese es el caso, he aquí algunos buenos hábitos para tratar de bajar el consumo de azúcar:

  • Intenta servir una porción de jugo o soda (refresco, gaseosa) solo de vez en cuando. Si tu niño bebe tres porciones ahora, córtalas a dos durante algunas semanas, y luego a una diaria y eventualmente sólo en ocasiones especiales.
  • Mantén las porciones a un máximo de 4 onzas; y una vez que haya terminado, llena su taza con agua, en vez de jugo.
  • Evita ofrecerle jugo en una taza entrenadora y permitirle que tome de ella por un largo período de tiempo (la taza entrenadora causa que el azúcar se quede en los dientes por más tiempo, lo que puede ocasionar caries).
  • Diluye con agua el jugo, las bebidas con frutas y bebidas deportivas, y usa menos azúcar al hacer tu propio té dulce o limonada.

Si estás preparando tu propia leche con chocolate en casa, usa gradualmente menos y menos chocolate líquido.