Maneja los bocadillos de tu niño pequeño

Seamos honestos, si tienes un niño pequeño hay días en los que sentirás que lo único que haces es darle de comer. Desde el desayuno hasta la hora de irse a la cama, lo único que oyes es “tengo hambre” por los pasillos, en el supermercado, en las aceras y en el parque. Sin preparación, las pancitas hambrientas pueden desencadenar pataletas rápidamente. Sin embargo, escoger bocadillos saludables para niños pequeños puede ser difícil ya que las estanterías del supermercado en la sección de bebés están repletas de opciones de bocadillos, muchas de ellas no saludables. He aquí lo que necesitas saber. 
Mamá poniendo bocadillos en su bolso.

Parece que los niños pequeños siempre están listos para comer, y en parte es cierto. En promedio, tu niño disfruta de una merienda o comida saludable cada 3 o 4 horas. Eso significa que está bien darle 3 comidas y entre 2 y 3 meriendas al día. Al darle comidas y meriendas alrededor de la misma hora cada día la misma cantidad de veces al día, puedes mantenerlo contento a él y a su pancita.

A veces un quehacer imprevisto o una salida espontánea puede interrumpir el horario de comidas de tu niño pequeño. Cuando andes fuera y la pancita de tu pequeño comience a hacer ruidos rugir a la hora en la que normalmente debería merendar, no olvides darle algún bocadillo. Si no es su hora regular de comida y piensas que só lo está aburrido, distráelo con un juguete o un libro, o deja que sea tu pequeño ayudante. Por ejemplo, en el supermercado, él puede cargar algunos artículos o ayudarte a escoger entre dos vegetales o cereales (que tú apruebes). 


Mamá con un bebé comiendo una banana.

Cuando estés tratando de averiguar si tu pequeño tiene hambre, está aburrido o só lo quiere algo dulce; como gomitas de fruta (Fruit Snacks) bocadillos de frutas u otros bocadillos azucarados, pregúntate hace cuánto fue la última vez que comió. Si son más de 3 horas o comió muy poco la última vez que le ofreciste una comida o merienda, podría tener hambre. Ofrécele un bocadillo saludable, como una banana, una manzana o unas cuantas galletas integrales. Si rechaza el bocadillo pero continúa pidiendo gomitas de fruta (Fruit Snacks) bocadillos de frutas, es posible que lo que quiera sea algo dulce. 

Si crees que está aburrido, ofrécele un juguete o un libro favorito, o llévalo afuera a dar una vuelta. Si no está lloviendo o hace mucho calor, jueguen un poco y pasen un buen rato juntos. 


niño alcanzando una cuchara de puré de manzana

Muchos niños pequeños están hambrientos después de pasar todo el día en la escuela. Por ejemplo, si su merienda en la tarde es a las 2:30 p.m., podría no ser suficiente para mantenerlo       satisfecho hasta la cena a las 6 p.m. o más tarde. Está bien darle una segunda merienda entre el almuerzo y la cena siempre y cuando sea ligera, pues querrás que tenga hambre cuando se siente a cenar. Algunas opciones de bocadillos para niños pequeños que son buenos, saludables y ligeros incluyen:

  • Un puñado de cereal seco
  • Galletas integrales
  • Puré de manzana sin endulzar

 

Evita porciones grandes o bocadillos que llenen como el queso o la mantequilla de maní, para que tenga suficiente hambre y pueda disfrutar de una cena saludable y satisfactoria. Si se enfoca en la comida desde que llega a la casa hasta la hora de cenar, distráelo con libros de colorear y crayones o labores divertidas como preparar la mesa o ayudar en la cocina. 


niño comiendo avena tostada

Dejar que los niños se pasen todo el día comiendo bocadillos (o “picando”) evita que tengan suficiente hambre como para hacer una comida completa con una variedad de alimentos saludables.   La “picadera” constante dará comienzo a un ciclo que puede ser difícil de romper una vez que tu niño crezca. Como ya probablemente sabes, sus hábitos de comida (sean malos o buenos) quedarán establecidos para cuando haya cumplido 3 años; así que lo que más puedas hacer para establecer establezcas hábitos saludables antes de que los cumpla, mejor.

En vez de picar observa las señales de hambre y saciedad como una escala, en lugar de una opción para darle más comida. Tu niño no necesita estar todo el tiempo hambriento o lleno, está bien que sienta un poco de hambre a la hora de comer. Eso le llevará a hacer una comida completa, nutritiva y satisfactoria y establecerá hábitos saludables de comida para el resto de su vida.